Para todos ser decorador o diseñador de interiores puede resultar lo mismo, pero en realidad no lo es! Un decorador puede ser cualquier persona con buen o no tan buen gusto, mientras que un diseñador de interiores es alguien estudiado y con fundamentos válidos, quien puede proponer cada uno de los detalles bien planeados para un espacio.
Yo soy diseñadora de interiores, egresada de una Universidad Marista, y confieso que es sumamente molesto cuando alguien me llama decoradora, pero he aprendido a reirme de ello y a pensar que el nombre no es lo que importa, “para ser, hay que parecer”, y sea como sea que me llamen, espero que cada uno de los espacios que diseño sean símbolo de un arduo trabajo profesional y bien fundamentado.
Alguna vez lo dije: “Soy diseñadora de interiores porque confío en que puedo contribuir en la felicidad por medio del entorno”, y creo fielmente que en cada uno de nuestros proyectos lo hemos logrado!