Este año apenas en su primer mes y es uno de los más movidos que hemos tenido! Como interioristas tenemos que estar siempre un paso adelante en las tendencias, así que la capacitación y la investigación son primordiales para hacer cada uno de los proyectos.
Ahora que nos encontramos realizando algunos proyectos y de muy diferentes estilos veo como la forma de cada espacio sí la determinamos nosotros, pero el usuario le brinda su esencia.
Al ser diseñadora de interiores jugamos también el papel de actores, pues vamos de hacer el diseño contemporáneo a uno al último grito de la moda, y hasta incluso un clásico con piezas francesas, y debemos acoplarnos y tener un gusto amplio sin limitantes.
En éstos momentos tenemos proyectos de todo tipos de estilos, clientes tan diversos pero todos encantadores. Actúo como si fuese a ser el habitante de ese espacio y nos ponemos realmente en los zapatos de cada uno; juntamos sus gustos con nuestra propuesta. No me gusta ser de los que llegan e imponen una forma sin explicaciones, me gusta ir creando en equipo, me gusta que al irnos realmente disfruten cada toque sea como sea.
Me pongo en los zapatos de mi cliente que quiere llegar del trabajo y ver la tele cómodamente en su sofá de piel con su frazada, me pongo en las zapatillas de quien quiere estar reluciente en su oficina con la silla más moderna y chic, me pongo en las pantuflas de quien quiere lo más moderno y estilizado para su recámara.
«Miles de opciones para un espacio, y un mundo que creamos entre cliente y yo».